
Por su carácter emblemático, el pleno del Consell de Mallorca, aprobó declarar Bien de Interés Cultural a los barcos Hispania y Alzina.
La construcción de la balandra Hispania fue encargada al arquitecto naval William Fife III por el rey Alfonso XIII. Se llevó a cabo en las atarazanas de Pasajes, en Guipúzcoa y costó algo más de cien mil pesetas de la época. Con el fin de utilizarlo como barco escuela para formar a regatistas jóvenes, ya en el año 1993, la Real Fundación Hispania compró el barco en Inglaterra, donde se encontraba convertido en casa flotante.
Por otro lado, El Alzina, con 8,45 metros de eslora es un llaüts tradicional. En estos momentos atraviesa una restauración en la Escola de Mestres d’Aixa del Consell.
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